El arte de materializar los viajes

¡Confiesa!… vas a negar que alguna vez ¿no te hubiera gustado encontrar la lámpara de Aladin para poder frotarla y que te concediera tus mas anhelados deseos?…

¡¡ Sobre todo si hablamos de viajes !!

La Mitología y los cuentos, guardan los mayores secretos de la Vida. Héroes y protagonistas que han trazado un mapa del tesoro sin mancha alguna. Aun así creo que, siempre hay que recordar que el Mapa no es el Territorio, como bien señalaba el filósofo Alfred Korzybski.

Asi que voy a ponerme el traje de alquimista para traducir la pócima de cómo yo, transformo ese mapa del anhelo viajero en un viaje de carne y hueso… como algunos medicen… un viaje casi eterno…

Mi gusanillo viajero, cuando llama a la puerta, más bien se cuela, viene pidiendo paso y lo hace a modo de entrada triunfal, con toda su pomposidad: empieza a escucharse un lejano y tímido redoble de tambores, al que se le van sumando y acercando los platillos y a estos, el sensual sonido de la tabla india; lo acaba coronando el imponente y resonante añafil, ese exótico instrumento de viento de la antigua Persia que tiene la forma una trompeta alargada y que invita al héroe a entrar por la puerta grande. Si además, le añado imagen, empieza a tomar nitidez lo que parece un sencillo desfile con ofrendas, al que se le van sumando flores, plumas y sedas de colores, y como dicta la canción, animales muy raros y bellos… veo, huelo, oigo, siento … y ya la he vuelto a  liar, a ver a donde nos vamos esta vez…

Volviendo al cuento, se puede ir adivinado que hablo de Aladin y este, empieza siendo el protagonista de un cuento donde es un ladrón que está medio perdido y desamparado en el mundo, aunqué tiene sus cualidades base, ¿os suena?, que en su caso muestran que es audaz, fuerte y tenaz.

De repente, sucede un encuentro con una lámpara mágica, la llamada clásica al héroe a tomar las riendas de su vida. La frota, estableciendo un contacto, al inicio inconsciente, para invocar al Genio de la Lámpara, que no deja de ser la Esencia Interior, la intuición, y que parece llevar una eternidad atrapada (ja!.) Pero, descubre que existe una forma de liberarla. Una vez liberado el Genio, este le indica que puede pedir 3, deseos. No infinitos deseos, le pide que se centre en sus máximas prioridades para ir apartando el grano de la paja y que pueda concentrarse en lo vital. Eso es, precisamente, lo que resulta ser la verdadera magia para poder ir concretándose en una realidad bien tangible.

Mi encuentro con el Genio para materializar los viajes tuvo esta petición;

1. Quiero que viajar sea mi forma de Vida
2. Quiero ir acomodándolo, de forma sencilla, a los aspectos prácticos de mi vida: Hija, dinero.
3. Quiero hacerlo atendiendo también mis necesidades (energía, edad, gustos, compañeros de viaje)

El deseo primero es un claro y directo, Viajar es mi Prioridad absoluta después de tener a mi hija totalmente cubierta. Eso se ha traducido en que, por ejemplo, llevo alquilando mi casa. en verano, desde que recuerdo, incluso cuando estaba de alquiler, en vez de propietaria, y realquilaba. El año sabático que me tomé por sudeste asiático allá por el 2000 fue gracias a que vendí mi coche, a mis ahorros y a que alquilé mi piso cuyo importe cubría el 80% la hipoteca y el 20% para mi viaje. Simple Prioridad.

También reconozco que para los grandes viajes, saco el billete, como mínimo ¡8 meses antes!,… como lo oyes… asi que el precio nada tiene que ver si lo saco con un par de meses … prioridad

Cuando entra el gusanillo también bajo al sótano de mi casa, donde tengo colgado un mapa del mundo, mi mapa del tesoro. Me siento delante de él, simplemente a contemplarlo y espero a que me susurre donde ir. A veces veo como pequeños puntos que se iluminan en el mapa, a veces me llegan imágenes o sensaciones.

Otras veces aparece una imagen o una sensación al leer un libro, un blog viajero, un anuncio, a veces sale del lugar menos esperado y me empieza a poseer…. Y mi imaginación se encarga de hacer el resto.

Aun no he conseguido tener en orden mi armario, pero sí que, con el tiempo y experiencia, he logrado que en mi propio armario interior viajero pueda encontrar muy fácilmente las cosas.

Dicen los maestros que las experiencias entran a través de nuestros 5 sentidos, de ahí surge una sensación en el cuerpo y dependiendo de si me ha gustado o no, me lleva a una emoción concreta, que yo he conseguido recolocar en unos cajones concretos fáciles de reconocer y de ubicar y que me facilitan el camino a escoger un viaje.

A grandes rasgos y con excepciones tengo lugares ensoñados en la recámara para ir:

Un fin de semana de 2 o 3 días que, suele incluir sitios cercanos a casa, o ciudad europea. max 2horas de transporte.

Una semana, que incluyen lugares cercanos o lejanos o como máximo de 4 a 6 horas de desplazamiento en el transporte que sea.

A partir de 15 días se abre bastante el abanico de posibilidades, pero aún no contemplo Asia, mi debilidad.

3 semanas es prácticamente mi pase de libertad…excepto a las antípodas, el resto queda incluido.

Y mas de 3 semanas, es el órdago, no limit, el mundo se despliega en todo su esplendor y se pone a mis pies y disponibilidad.

Cada uno de ellos con sus presupuestos aproximados.

Lo que suelo escuchar más a menudo para evitar o excusarse frente a emprender viajes, son las limitaciones de dinero y tiempo… y eso me remite a otra de mis maestras, experta en estos temas, que decía que en aquello en lo que tus pones la atención, ahí va la energía y se materializa.

Si piensas que no tienes el tiempo y dinero, ahí diriges la atención retroalimentándose para que así sea. Si cambias y abres la mirada a cómo conseguir más tiempo o dinero, ese límite se empieza a abrir, se expande, y puede empezar a respirar. No hablo de que sea inmediato, pero si es un lugar nuevo desde el que explorar nuevas perspectivas. Decía Einstein que no puedes solucionar un problema desde el mismo lugar de donde se ha formulado. Hay que hacer otra cosa, ir por otro lado. En mi caso, este año, después de unos 30, he conseguido dedicarme plenamemte a ellos, y en el camino he ido haciendo lo que he podido y que realmente ha sido mucho.

Y eso es lo que me gusta de viajar, me muestra nuevos caminos, nuevos mapas, atajos, llanuras, montañas, valles, ciudades, encuentros. Amplia mi imaginación, mis encuentros, mis experiencias… mi vida

De poder experimentar la verdadera magia que sucede al  frotar “La Lámpara”